Los días de tiempo invernal y frío van pasando y dan paso al aire más cálido que anuncia la primavera, al sol brillante, días preciosos, mañanas luminosas y atardeceres más largos.
Los primeros rayos de sol ya están aquí, los olores,cielos claros con dibujos de estelas de aviones, árboles cargados de brotes y muy especialmente almendros en flor.
Este paisaje es como estar en un sueño y no querer despertar.
Si tuviera que elegir una estación y que su paisaje durase toda la vida, sería esta.
Cuando uno llega a Herce en esta época se encuentra el valle en plena explosión de belleza con todos los campos de almendros en flor, un valle blanco y rojo según la variedad del árbol.
Quien por primera vez lo vea, apreciará una belleza espléndida y que bien merece la pena detenerse, mirar y respirar el aroma de sus flores que inunda hasta el pueblo.
Me acerco paseando a los campos y os puedo asegurar que la belleza es absoluta, la armonía ideal y la calma inmensa.
Me da la vida!
A final de Septiembre la cosecha ha sido recogida.
Por eso ahora insisto en que contemples el campo y el paisaje cubierto de flores y el aire perfumado, comprenderás porque te invito, y cuando lo compruebes verás como has viajado para llegar a esta prodigiosa naturaleza especialmente bella.
Esta vez no solo vienes A TRAVÉS DE MIS OJOS, si no a través de todos mis sentidos.
No quieras más descripciones, solo verlo es el mejor poema.
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