domingo, 3 de mayo de 2015


CARCASONNE  “UNA CIUDAD DE CUENTO”


Carcasonne, al sur de Francia, es una preciosa ciudad fortificada, con rincones inalterados por el tiempo, la ciudad de los cátaros, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y el lugar donde pasaremos unos días conociendo como se vivía durante uno de los periodos de la Edad Media.
Hicimos nuestro viaje en coche, entrando en Francia por Irún y lo terminamos saliendo por La Junquera, hasta Rosas, Ampuria Brava, Cadaqués y Tossa de Mar. Continuando en dirección noroeste hicimos parada en una estación de servicio, habitual en nuestras rutas, café y comprar música, para que la experiencia de viajar haga ameno nuestro itinerario y con ella permitirnos admirar el paisaje en estos tramos tan bellos del  norte. TOULOUSE, primera parada en tierra francesa.
Es fácil entender porqué la llaman la “Ciudad Rosa” es por el color dominante en los edificios antiguos hechos con ladrillos vistos y eso la hace un tanto pintoresca. El Canal de Midi, es una ría navegable, une el río Garona en Toulouse con el mar Mediterráneo y se construyó para unir el Atlántico con el Mediterráneo.  En barco, en bicicleta, paseando, es un viaje precioso a través del Languedoc y un lugar dónde degustar los vinos franceses de esta región.
El hotel era encantador, un edificio rodeado de hiedras y jardines. Sencillamente elegante en sus decorados interiores, la chimenea del salón bar, el comedor afrancesado, el pasillo alfombrado y aquella habitación con esa terraza a ese fabuloso jardín pletórico de rosas tan bien cuidadas. Si la ciudad era de cuento, despertar ahí cada mañana era estar en un plácido sueño, como sumergida en un aura romántica paseando por el jardín de la terraza.

Carcasonne era un viaje que nos suponía como un regreso al pasado, era como aquel Exin-castillo que montaba por piezas mi primo de pequeño, un escenario de novela en el que imaginábamos batallas medievales, viajar en el tiempo por el Paseo de las Lizas con 52 torres de las dos murallas cruzadas, campañas militares para poner fin a la herejía cátara, objeto de persecución sangrienta que acabó con ella, la iglesia de los “bons hommes” considerada herética.
La entrada principal a la Cité es por la barbacana de San Luis, entramos en la ciudad amurallada a través del puente levadizo en la puerta Narbonesa salvando el profundo paso. La calle de Cros-Mayneville nos encantó, cruza la ciudad y conduce hasta el Castillo Comtal. Está llena de tiendas típicas de la región, telas, chocolates, lavanda, artesanía…y siguiendo nuestros pasos descubrimos la Plaza Marcou. Todo son pequeños restaurantes y terrazas en un marco que te transporta a un mundo que ya sólo constaba en nuestra animación de dibujos infantiles y que ahora visualizábamos encantadas y sumidas en nuestro propio cuento. Nos sentamos en una terraza para tomarnos un vino francés, excelentes en esta zona y seguir la curiosidad de ver y disfrutar este especial lugar. 

Agradecimos las cuatro gotas de agua primaveral que nos refugiaron en el bar tan típico ideado al ejemplo de la época, porque allí conocimos a Philip y François y la tarde nos mantuvo ocupadas explicando que éramos riojanas y no de Barcelona y el elemento principal, el vino nos dio mucho juego…

Cada mañana después de nuestro desayuno en aquel acogedor hotel y nuestra bonita mesa adornada con flores frescas, cogíamos el coche para conocer los alrededores y salir de la citté, ya en carretera nos hipnotizaba la magnífica posición panorámica de ese lugar tan pintoresco.
MINERVE: es uno de los pueblos medievales más bellos de Francia clasificado con el sello de calidad. Nos llaman la atención  aquellas profundas gargantas por donde pasa el rio, barrancos, rocas calcáreas y cuevas refugio principal de los cátaros. En esta región se dice que se desarrolló el primer viñedo galo.
Otro lugar de merecidísima visita fue el Claustro de la abadía de Saint Papoul y mientras recorríamos esas cortas distancias diarias, la primavera nos daba la bienvenida a esas tierras con cunetas plagadas de amapolas y a ambos lados de la carretera los típicos y refinados chateaux representando la clara huellas del lugar…
Alet les Bains, Gorges de L’ Orbieu, sitios de belleza natural, las esclusas para ver pasar los barcos por el Canal de Midi, todo surge en un ambiente activo y diverso como en el tiempo de los cátaros.
Limoux, es un bonito lugar y su carnaval es el más largo del mundo y siguen tradiciones que datan de 400 años, Limoux  tiene reputación por su vino espumoso, el más antiguo de Francia y como anécdota, los lugareños nos contaron que fue robado por Dom Perignon, que llegó a crear el champagne. Por eso dicen que es sustituto del champagne de muy alta calidad. Siento no poder trasmitiros esta delicia  A TRAVES DE MIS OJOS pero os recomiendo beberlo. Y por cierto el carnaval comienza el 15 de enero y dura diez fines de semana.
Las fotografías de la tarde en Carcasonne son preciosas, paseando por el impresionante Puente Viejo, es de piedra de doce arcos y forma parte del Camino de Santiago en Francia.
Dejando atrás el país de los cátaros llegamos a Narbona que hasta el fin del imperio romano fue una de la ciudades más importantes de la Galia que permitía enlazar Italia y España.
Os aconsejo esta ruta turística y monumental, un lugar hermosos con unos paisajes de cuento: castillos, viñedos y pueble medievales. La belleza siempre es un buen escenario y yo os lo trasmito en otro viaje como de otro tiempo A TRAVES DE MIS OJOS

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